El intenso color rojo púrpura de la beterraga se debe a los betalaínas, pigmentos naturales con alto poder antioxidante. Estas moléculas protegen las células del estrés oxidativo, ayudando a reducir la inflamación y el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Además de su papel antioxidante, las betalaínas favorecen la circulación sanguínea y mejoran el rendimiento deportivo gracias a su contenido de nitratos, que dilatan los vasos sanguíneos y optimizan el transporte de oxígeno.

El cuerpo metaboliza estos pigmentos en el hígado y los riñones, pero no siempre se descomponen por completo. En algunas personas, las betalaínas permanecen intactas y se eliminan a través de la orina y las heces, provocando una coloración rojiza o rosada. Este fenómeno, conocido como beeturia, es inofensivo y depende de la acidez estomacal y la microbiota intestinal de cada persona. Disfrute esta raíz tuberosa, cruda o cocida.

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