El hierro es un mineral clave para prevenir la anemia, pero no siempre se absorbe bien. Hay alimentos que ayudan y otros que dificultan su absorción.
Las fuentes de hierro de origen animal, como hígado, sangrecita o carnes rojas, se absorben muy bien, pero las de origen vegetal, como menestras, verduras de hoja verde, etc., necesitan estar acompañadas en ese momento de otro alimento o bebida fuente de vitamina C. Por ejemplo, una fruta rica en vitamina C, como kiwi, guayaba o medio vaso de zumo de naranja natural (125 mL). La vitamina C convierte el hierro en una forma más fácil de absorber.
Por otro lado, evita tomar leche o yogur (más de 200 mL) justo con las comidas principales. El calcio que contienen compite con el hierro. Lo mismo ocurre con el té y el café: una taza (240 mL) durante o después de comer puede reducir la absorción de hierro hasta en un 60%. Mejor beberlo al menos 2 horas después.
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