Las fórmulas infantiles como sucedáneos a la leche materna y leches de continuación son reguladas por normas técnicas especiales que no incluye la aplicación de octógonos de advertencia.

Las fórmulas pueden contener altas cantidades de azúcar añadida que resulta perjudicial (1 cucharada de azúcar, en promedio, por cada biberón de 6 oz o 180ml); este ingrediente, considerando el número y cantidad de veces al día que el menor consume este producto, supera las recomendaciones de la OMS porque puede causar caries. Además, algunos tipos de azúcar que se incluye en las fórmulas, como jarabe de maíz, fructosa, entre otros, están asociados a hígado graso.

Si bien las fórmulas requieren una norma especial, es derecho de todo padre identificar rápidamente si dicha fórmula es o no alta en azúcar u otro nutriente de riesgo y, en base a ello, tener la libertad de elegir.

El exceso de azúcar y calorías causa sobrepeso y, a su vez, es factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes e, incluso, cáncer.

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