La fibra es fundamental para la salud de los escolares, mejora la digestión, previene el estreñimiento y ayuda a mantener niveles estables de energía. Además, contribuye a la salud intestinal y al control del peso, evitando picos de azúcar en la sangre.

Los niños necesitan entre 19 y 25 gramos de fibra al día, dependiendo de su edad. Para lograrlo, es importante incluir en su alimentación frutas enteras (manzana, plátano, papaya), verduras (zanahoria, brócoli), cereales integrales (avena, quinua, pan integral) y legumbres (lentejas, garbanzos).

Una opción práctica y natural para aumentar el consumo de fibra es Fluye, un complemento dietético alto en fibra soluble, insoluble y prebiótica, sin aditivos ni edulcorantes. Puede añadirse a jugos, yogur o batidos, ayudando a cubrir los requerimientos diarios y promoviendo una digestión saludable en los escolares. ¡Más fibra, mejor bienestar!

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