Años previos a la llegada de la menopausia y después de esta etapa, la caída de hormonas como el estrógeno genera cambios radicales en el nivel de energía, memoria, masa muscular, masa ósea, piel y ojos, estado anímico y peso. Debido a ello, es esencial realizar un cambio en la alimentación.

Existen alimentos que contienen fitoestrógenos, que son hormonas vegetales similares a las de la mujer pero de menor impacto, y su consumo frecuente puede aliviar algunos malestares. La soya, el aguaje, el maní y los garbanzos son algunos alimentos fuente que recomiendo.

Para proteger la memoria, mantener el consumo de omega 3 incluyendo en la dieta pescado graso, al menos, 3 veces por semana. Asimismo, los suplementos de ginkgo biloba podrían ayudar también.

Otro aspecto fundamental es lograr cumplir con las horas de sueño y que, además, sean de calidad. Entre 7 a 9 horas es lo óptimo para disminuir el impacto en la memoria y el ánimo.

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