En la etapa de la menopausia hay dos factores que se deben cuidar: el peso y la composición corporal. Debido a esto, es necesario reducir en la dieta la cantidad de energía proveniente de harinas y carbohidratos en general, sobre todo de pan, galletas, arroz, así como de grasa animal y aceites vegetales. También preferir preparaciones ligeras como al horno, plancha, guisos y ensaladas. Las comidas densas, entre ellas el ají de pollo, lasaña, purés y cremas (huancaína o similares), no son convenientes.

Otro aspecto indispensable es la actividad física, pero no el ejercicio cardiovascular como caminar o baile, sino ejercicios de fuerza o resistencia que permiten fortalecer la musculatura y activar el metabolismo que se pone lento en esta etapa.

El aporte de calcio debe cuidarse. Para confirmar si se requiere alguna suplementación, es necesario evaluar la densidad ósea mediante una densitometría. Un médico definirá, además, qué tipo de suplementación se requiere, qué dosis y por cuánto tiempo.

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