La cena puede ser muy variada entre las familias, hay quienes repiten esta comida, otros prefieren un lonche y algunos que optan por algo tan ligero como una fruta o 1 taza de leche, avena o té. ¿Cuál de todas estas opciones es la adecuada?

No hay una única respuesta, pero sí reglas generales. Por ejemplo, si hablamos de niños o adolescentes en etapa de crecimiento, la cena puede ser la repitencia del almuerzo en una porción 20% menor, así como para los adultos con mayor gasto de energía también.

En el resto de grupos conviene una cena ligera y, en medida que durante las comidas del día se hayan incluido los diferentes grupos de alimento, podemos considerar solo una fruta. Esta opción no sería recomendables en personas con hígado graso, diabetes o prediabetes, triglicéridos elevados, hipotiroidismo o resistencia a la insulina. En estos casos, una preparación a base de vegetales y proteína sería lo mejor.

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