Un estudio piloto publicado en 2015 en Diabetes Care reveló que el orden en que comemos influye en los niveles de glucosa e insulina en sangre. Los investigadores analizaron a personas con diabetes tipo 2 y descubrieron que comer proteínas y vegetales antes de los carbohidratos reducía significativamente el pico de glucosa postprandial, en comparación con comer primero los carbohidratos.

Este efecto ocurre porque la fibra, las proteínas y las grasas ralentizan el vaciamiento gástrico y la absorción de glucosa en el intestino, lo que ayuda a estabilizar los niveles de azúcar en sangre.

Aplicar esta estrategia es sencillo: empieza la comida con ensalada, verduras o una fuente de proteína, y deja los carbohidratos (como arroz, pan o postre) para el final. Esto puede ser una herramienta útil para mejorar la salud metabólica y evitar desequilibrios energéticos a lo largo del día.

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