El mango es una fruta tropical deliciosa y rica en nutrientes. Su sabor dulce proviene de la fructosa y glucosa, dos azúcares naturales. Su índice glucémico (IG) es aproximadamente 51, menor que el de la sandía (IG 72), gracias a su mayor contenido de fibra, lo que ralentiza la absorción de azúcar en la sangre.
Una porción recomendada es de aproximadamente 1 taza (200 g), lo que aporta 120 calorías, además de fibra, vitamina C, vitamina A y antioxidantes. Aunque contiene azúcares naturales, no “engorda” si se consume de manera adecuada dentro de una dieta equilibrada.
Las personas con diabetes pueden disfrutarlo con moderación (½ taza), acompañándolo con fuentes de fibra (como chía, salvado o linaza) o yogurt natural, para evitar picos de glucosa. El mango es ideal en verano, ya que sus vitaminas A y C protegen la piel de los rayos UV.
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