Después de una buena comida, el cuerpo entra en acción para digerirla, y aquí es donde ocurre un fenómeno curioso llamado marea alcalina. No te preocupes, no tiene nada que ver con el mar, pero sí con un cambio temporal en tu sangre.

Cuando el estómago libera ácido clorhídrico para descomponer los alimentos, también se genera bicarbonato, que pasa a la sangre y hace que su pH suba un poco, volviéndola más alcalina por un rato. Este cambio es normal y el cuerpo lo regula solito a través de los riñones y la respiración.

Ocurre cada vez que comes, pero especialmente después de comidas abundantes y ricas en proteínas. No sientes nada (salvo en casos especiales con comidas muy copiosas o pacientes renales), pero el cuerpo está trabajando duro para equilibrarlo. Así que, la próxima vez que termines de comer, recuerda: tu organismo también está haciendo su propia “marea”.

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