Escoger los envases correctos para almacenar alimentos es clave para proteger la salud de tu familia. En el refrigerador, opta por recipientes de vidrio o plástico libre de BPA (Bisfenol A), ya que no liberan sustancias tóxicas al estar en contacto con alimentos fríos o calientes. Los envases de acero inoxidable también son seguros, duraderos y no alteran el sabor.
Para la alacena, es mejor usar frascos de vidrio con tapa hermética o envases plásticos de grado alimentario. Evita guardar alimentos en bolsas plásticas delgadas o envases reciclados que no sean aptos para comida, ya que pueden liberar químicos dañinos o atraer insectos.
No uses recipientes dañados, rayados o con tapas sueltas, pues facilitan la contaminación. Mantener los alimentos bien sellados y en materiales seguros ayuda a conservar su calidad y a proteger la salud de toda la familia.
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