La fibra es esencial para la salud digestiva y el bienestar general. Identificar alimentos ricos en fibra, ya sean naturales o empacados, es sencillo si sigues estas pautas:
Alimentos naturales. Las frutas frescas (como manzanas, peras y berries), vegetales de hoja verde, legumbres (lentejas y garbanzos) y cereales integrales (avena, quinoa) son excelentes fuentes. Busca productos enteros (no en harinas o purés), ya que suelen conservar más fibra.
Etiquetas de alimentos empacados. Lee la información nutricional. Un alimento alto en fibra debe contener al menos 6 g de fibra por porción. Busca términos como “100% integral” o “alto en fibra” en panes, cereales y snacks.
Evita confusiones. No confíes solo en términos de marketing como “light” o “fit”; verifica los gramos de fibra y asegúrate de que no contengan azúcares añadidos o ingredientes ultraprocesados.
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