La pasta es deliciosa, pero su alto contenido de carbohidratos puede elevar la glucosa en sangre y generar hambre poco después. Para reducir su impacto glucémico y mejorar la saciedad, combina la pasta con proteínas y grasas saludables. Agregar pollo, atún, queso o tofu ayuda a equilibrar la absorción de los carbohidratos.
También es clave incluir fibra. Opta por pasta integral y agrégale vegetales como espinaca, brócoli o champiñones. Además, enfriar la pasta y recalentarla crea almidón resistente, reduciendo su índice glucémico.
Si buscas bajar calorías, usa más proteínas y verduras que pasta en el plato. Para deportistas, la historia cambia: si entrenas fuerte, necesitas más carbohidratos, por lo que la pasta con pollo o atún antes del ejercicio te dará energía sostenida. Después, combínala con proteína magra para una buena recuperación muscular. ¡Así, la pasta juega a tu favor!
TE PUEDE INTERESAR:
Comer para vivir: Propiedades y beneficios de la chirimoya
Comer para vivir: Cómo reconocer alimentos ricos en fibra naturales y empacados
Comer para vivir: Hidratación natural con frutas y agua de coco