El mondongo, conocido también como panza o callo, es el estómago de la res. A pesar de su fama de ser grasoso, en realidad contiene más proteína que grasa: en 100 gramos cocidos aporta cerca de 12 gramos de proteína y solo 5 gramos de grasa. Esto lo hace menos calórico que otros cortes, como la costilla o el lomo con grasa.
También es una buena fuente de colágeno, zinc y vitamina B12, nutrientes importantes para el sistema inmune, la piel y los niveles de energía. Eso sí, su textura y sabor pueden no agradar a todos, y si se cocina con embutidos, manteca o mucho aceite, el valor nutricional disminuye y las calorías aumentan.
Consumido en porciones moderadas, puede ser parte de una dieta equilibrada. Lo ideal es prepararlo sin frituras, una vez por semana, y acompañarlo con papa, mote o verduras. De esa forma, el mondongo se convierte en un plato tradicional que se disfruta sin culpa.
TE PUEDE INTERESAR:
Comer para vivir: Beneficios de consumir leche a diario
Comer para vivir: Formas prácticas de reducir las calorías del arroz
Comer para vivir: Variedades de arroz en Perú y sus diferencias