El orégano (Origanum vulgare) no sólo aporta sabor a los alimentos, sino que tiene propiedades respaldadas por la ciencia. Su alto contenido de compuestos fenólicos, como el carvacrol y el timol, le confiere efectos antioxidantes, antimicrobianos y antiinflamatorios.

Estudios han demostrado que su extracto puede ayudar a combatir bacterias como Escherichia coli y Staphylococcus aureus.

Algunas investigaciones sugieren que sus propiedades antiespasmódicas y antiinflamatorias pueden ayudar a reducir el dolor menstrual, especialmente en infusión o aceite esencial diluido. Sin embargo, la evidencia aún es limitada.

Su consumo en alimentos es seguro, pero dosis altas de aceite esencial pueden ser tóxicas para el hígado y el sistema digestivo. Además, no se recomienda en embarazadas en altas cantidades, ya que podría estimular contracciones uterinas. Como siempre, el equilibrio es clave.

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