En los últimos años, la OMS y otras instituciones de salud han advertido que tomar suplementos de omega 3 sin necesitarlos no siempre es seguro. Aunque se venden como “naturales”, pueden causar molestias como eructos con olor a pescado, mal sabor de boca, acidez, náuseas o diarrea.

Si se consumen en dosis altas y por tiempo prolongado, aumentan los riesgos más serios: sangrados, baja de presión e incluso arritmias como la fibrilación auricular. Algunos estudios también sugieren que un exceso sostenido podría afectar la respuesta del sistema inmune.

Otro problema es la calidad: algunos productos pueden contener aceites oxidados o contaminantes si no están bien elaborados.

En personas sanas, una dieta que incluya pescado una o dos veces por semana es suficiente para cubrir la necesidad de omega 3. Suplementar sin indicación médica no solo es innecesario, también puede traer más problemas que beneficios.

TE PUEDE INTERESAR:

TAGS RELACIONADOS