Sara Abu-Sabbah - Nutricionista

En los adultos mayores la anemia por falta de hierro puede estar vinculada a una función renal disminuida. Los riñones no solo eliminan desechos, también producen eritropoyetina, una hormona que estimula la formación de glóbulos rojos en la médula ósea. Cuando su función se reduce, baja la producción de esta hormona y el cuerpo genera menos glóbulos rojos; esto puede provocar cansancio, palidez, mareos o falta de aire. Además, los riñones con daño pueden afectar la absorción y el uso del hierro.

Para prevenir o detectar este problema es clave realizar controles médicos y análisis de sangre de forma periódica, mantener una dieta rica en hierro (como sangrecita, hígado, carnes magras, menestras) y en vitamina C (cítricos, papaya, pimientos) para mejorar su absorción. Si aparecen señales de debilidad o fatiga persistente debe consultarse al médico sin demora.

La detección temprana y los cambios en alimentación y hábitos permiten actuar de forma preventiva y mejorar la calidad de vida en esta etapa.

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