La manzanilla (Matricaria chamomilla) es una planta medicinal reconocida por sus múltiples efectos positivos sobre la salud, gracias a sus propiedades antiinflamatorias, antioxidantes, digestivas y ansiolíticas. Uno de los compuestos más estudiados es la apigenina, un flavonoide que actúa sobre receptores del sistema nervioso, ayudando a reducir la ansiedad y a mejorar el sueño.
En un estudio clínico, mujeres en posparto que consumieron infusión de manzanilla durante dos semanas reportaron una mejor calidad de sueño y niveles más bajos de depresión (Chang & Chen, 2016). Además, investigaciones como la de Srivastava et al. (2010) destacan su uso para aliviar cólicos, indigestión y espasmos intestinales.
La forma más común de consumirla es en infusión, se utilizan 1 a 2 cucharaditas de flores secas por taza de agua caliente, dejándola reposar entre 5 y 10 minutos. Puede tomarse una o dos veces al día, especialmente después de las comidas o antes de dormir.
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