Tradicionalmente vinculado a octubre y al fervor del Señor de los Milagros, el turrón de Doña Pepa ha comenzado a aparecer desde julio durante las Fiestas Patrias. Este adelanto responde tanto al arraigo emocional del producto como a una estrategia comercial que busca ampliar su temporada de consumo.
El turrón, con su masa de harina, manteca y huevo bañada en miel de frutas y decorado con grageas, es un alimento energético; una porción puede aportar más de 400 calorías. Sin embargo, su consumo ocasional puede disfrutarse sin culpa si se equilibra con una dieta saludable.
La expansión de su presencia refleja cómo ciertos productos trascienden su temporada original, convirtiéndose en símbolos de identidad cultural y afectiva que acompañan a los peruanos en distintos momentos del año. Si buscas una versión saludable, te recomiendo el de la marca El Arándano.
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