En Perú, los quesos artesanales forman parte de la identidad cultural y varían según la región y la técnica empleada. El queso fresco, típico de muchas zonas andinas, es blando, jugoso y de sabor suave; contiene más agua, menos grasa y calorías, pero conserva lactosa. El queso paria, originario del sur andino, es semiduro, tiene un sabor delicado y es una buena fuente de proteínas y calcio.

Por su parte, el queso andino madurado desarrolla una textura firme y un sabor más intenso; al perder agua, concentra proteínas, calcio y sodio, con muy poca lactosa. Algunos productores elaboran queso con arcilla comestible, lo que aporta un toque mineral y único, mientras que otros elaboran quesos ahumados que adquieren aroma y color especiales gracias al secado con humo natural.

Todos estos quesos son fuentes de nutrientes esenciales, aunque su contenido de grasa y sal varía. Por ello, se recomienda disfrutarlos con moderación, considerando el estado de salud de cada persona. 

TE PUEDE INTERESAR: