La autofagia es un proceso natural del cuerpo en el que las células “limpian” y reciclan partes dañadas o envejecidas. Es como si el cuerpo hiciera una especie de mantenimiento interno. Para que se active, es necesario darle un descanso al sistema digestivo: estudios sugieren que empieza a ocurrir después de 24 a 36 horas de ayuno.
En animales, se ha observado que este proceso ayuda a prevenir enfermedades como el Alzheimer, mejora la salud del corazón y reduce la inflamación. Sin embargo, gran parte de estas investigaciones aún no se han confirmado en humanos. Por eso, aunque suena prometedor, no es para todos.
No se recomienda intentar ayunos prolongados sin guía médica, especialmente si estás embarazada, amamantando, tienes bajo peso, diabetes mal controlada o antecedentes de trastornos alimentarios. Si estás saludable y te interesa el tema, consúltalo con un profesional de salud antes de probarlo.
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