Los vegetales de hoja verde, como espinacas, kale y acelgas, son aliados para la salud cerebral y general. Estos alimentos son ricos en vitaminas K, C y E, así como en folatos y antioxidantes que ayudan a proteger las células del cerebro contra el daño oxidativo y la inflamación, factores clave en la prevención de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
Un estudio destacado de Neurology encontró que las personas que consumen una porción diaria (½ tz cocida o 1 tz cruda) de vegetales de hoja verde tienen un ritmo de deterioro cognitivo más lento en comparación con quienes los evitan. Además, sus compuestos bioactivos, como los carotenoides y flavonoides, mejoran la memoria y el aprendizaje.
Incorporar estos vegetales en la dieta diaria no solo favorece la salud mental, sino también fortalece el sistema inmune y promueve el bienestar cardiovascular.
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