Según datos del Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades del Ministerio de Salud, en el lapso del 2021 al 2023, se contabilizaron 3,525 casos de cáncer de piel. Asimismo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó que, durante el 2022, se produjeron más de 120 mil muertes por causa de algún tipo de cáncer de piel, siendo el Melanoma Cutáneo Maligno (MMC) el más letal.

El MCC es el responsable de la mayoría de las muertes por cáncer de piel, aun cuando es una de las patologías oncológicas más prevenibles, considerando que en particular tiene un principal detonante: la sobreexposición al sol. De hecho, se calcula que nueve de cada diez pacientes desarrollan esta patología a causa de los rayos ultravioleta.

Es por ello que la aplicación de bloqueador solar de manera obligatoria, y evitar una larga exposición a los rayos UV, son claves para prevenir que algún tipo de lesión maligna se active en la piel, haciendo de la protección al sol un estilo de vida independiente al estado del clima.

“El cuidado de la piel es muy importante, hay muchas personas que no toman las precauciones necesarias para cuidarse del sol. Por lo que es de gran importancia no solo estar alerta a las señales y síntomas, sino acudir a los médicos especialistas expertos, para un adecuado diagnóstico de esta patología oncológica”, comentó Edisson Cala, Gerente de Asuntos Médicos y de productos de Imagen Molecular para Siemens Healthineers.

Esta recomendación es aún más urgente luego del anuncio que realizó la Organización Mundial de las Naciones Unidas (ONU), que declaró a la tierra en proceso de ebullición, debido a un incremento crítico de las temperaturas.

El comportamiento de cualquier tipo de cáncer usualmente es silencioso e indoloro, el cual se puede acompañar de compromiso a distancia, siendo la detección temprana la clave para prevenir el aumento en su incidencia. En este caso, existen factores que nos ayudan a anticipar la posibilidad de estar ante una lesión sospechosa de cáncer: estar atentos a cambios de tamaño, color o malformaciones de lunares, aparición de manchas o antecedentes familiares, sobre todo en personas con piel de tono claro.

Para la detección temprana de una lesión tumoral, podemos contar con la ayuda de un examen de medicina nuclear, como lo es la tomografía por emisión de positrones (PET-CT), que se ha convertido en un gran aliado a la hora de apoyar un diagnóstico precoz y oportuno, permitiendo un tratamiento dirigido. Este sistema híbrido, integra un componente PET (información funcional), con un componente CT (información anatómica) el cual es capaz de obtener y fusionar ambas modalidades, resaltando que la imagen funcional, nos permite anticipar o evidenciar lesiones sospechosas antes de que presenten cambios anatómicos.

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