“Yo no entiendo cuál es la razón por la que se puede estar inventando una fábula como esta”, respondió ayer desde Huancavelica el premier Gustavo Adrianzén sobre las supuestas firmas falsificadas de la presidenta Dina Boluarte en al menos tres decretos supremos cuando estaba en recuperación tras someterse a cirugías a la nariz.

Según Hildebrandt en sus trece, Patricia Muriano, exasistenta de Dina Boluarte, declaró ante el Ministerio Público desde Estados Unidos que la mandataria estuvo internada en la Clínica Cabani entre el 28 y el 30 de junio de 2023 y luego en reposo absoluto hasta el 9 de julio y no podía firmar documentos por su estado de salud.

Muriano confirmó que fueron cinco cirugías estéticas que se realizó la presidenta con fines de rejuvenecimiento, operaciones hechas sin informar al Congreso.

“Yo niego rotundamente que durante el periodo mencionado haya existido algún decreto supremo con una firma falsificada. La señora presidenta de la República, ella misma ha afirmado que todos, todas las normas firmadas durante ese periodo le corresponden a su puño gráfico”, afirmó Adrianzén.

Doctor en problemas

El doctor Mario Cabani, que tuvo a su cargo las cirugías, será objeto de un proceso disciplinario por supuestas faltas éticas, informó el Colegio Médico del Perú (CMP). Habría gestionado puestos en entidades públicas para personas allegadas a cambio de procedimientos estéticos realizados.

Patricia Muriano radica en Estados Unidos y denunció haber recibido presiones para retractarse de sus declaraciones.