En medio de tierra árida, rodeado de torres de alta tensión, surge como un oasis “Praderas de vida”, un jardín comunitario de plantas medicinales que no solo se ha convertido en el sustento económico de varias familias del A.H. Praderas de San Juan, en San Juan de Miraflores, sino también en un espacio donde se trabaja en comunidad y se cultiva salud.
En este ambiente ubicado cerca del cruce de la avenida Mariano Pastor Sevilla y calle Las Torres, donde la naturaleza se levanta prácticamente en medio de la nada, encontramos a Faviola Pardavé, Sucy García y Eufelia Huamán, esta última acompañada de su esposo Roberto Ramírez, cultivando la tierra, regando y empaquetando sus productos hechos a bases de plantas medicinales.
En las 36 parcelas que conforman “Praderas de vida” hay plantaciones de muña, menta, flor de Jamaica, romero, lavanda, toronjil, chupasangre, cedrón, verbena, y muchas más hierbas.
LÍDER
Faviola, pequeña de estatura, pero grande en entusiasmo, es la coordinadora del equipo. Su amor por las plantas la llevó a cultivar un pequeño jardín en el techo de su casa. Pero como en su barrio había espacios prácticamente abandonados, donde se acumulaba la basura y la delincuencia ganaba espacio, organizó a sus vecinos para transformar esos lugares en un jardín.
Tiempo después el proyecto culminó, pero el entusiasmo por conocer más sobre los beneficios medicinales de las plantas no. Así, en el año 2019, nació “Praderas de vida”, iniciativa ganadora del desafío de innovación social impulsado por Isa Energía, empresa dedicada a la construcción, la operación y el mantenimiento de líneas de transmisión de energía eléctrica en alta tensión.

“Este desafío lo realizamos por medio de Kunan, invitamos a emprendedores sociales para que conocieran la zona y vean qué se podría realizar. Entre los que participaron estuvo Misha Rastrera, que propone un jardín medicinal. Este proyecto ganó y fue recién ahí que convocaron al equipo, entre ellos a Faviola”, explica Cecilia Tagata, Subgerenta de Sostenibilidad y Comunicaciones en Red de Energía del Perú.
“Nosotros no estábamos organizados, teníamos nuestro jardín, pero oficialmente hemos empezado el jardín medicinal en 2019”, comenta Faviola mientras me explica con entusiasmo y sabiduría la variedad de hierbas medicinales que cultivan y sus beneficios.
TRABAJO COMUNITARIO
Cada integrante de la comunidad “Praderas de vida” tiene a su cargo una o más parcelas, y es responsable de sembrarla, regarla y cultivar las plantas.

“Cada uno ve (la producción de su parcela). Tenemos guardado (plantas) en el deshidratador, las pesamos y echamos a la bolsa común. Y, de acuerdo a eso, ya pagamos. Este año sí hemos tenido un poco más de ganancia”, explica Faviola mientras Sucy y Eufelia llenan las bolsas con las plantas deshidratadas que pondrán a la venta en el jardín comunitario y en su fan page en Facebook e Instagram.

Ellas también son proveedoras de otras marcas, como Misha Rastrera. Poco a poco, juntas se van abriendo camino como emprendedoras.
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