En Lima, la humedad puede superar el 90% durante buena parte del año, afectando tanto la salud como la estructura de los hogares. Paredes con moho, ropa húmeda y un aire cargado son señales de que es hora de tomar medidas efectivas.
Convivir con este ambiente pegajoso no es sencillo. Para que tu casa no se transforme en una esponja, hay que estar atentos a ciertos detalles que muchas veces pasamos por alto.
VENTILACIÓN. Abrir ventanas por la mañana y cerrar antes que caiga la neblina evita que la humedad entre en lugar de salir. No todas las horas son buenas, observe cuándo se seca más rápido la ropa y aplica lo mismo a tus espacios.
AISLAMIENTO. Mejorar el aislamiento térmico evita que las paredes absorban humedad externa. Paneles antihumedad o pinturas impermeables pueden marcar la diferencia. Se consiguen en ferreterías especializadas y su instalación no requiere obra compleja.
DESHUMEDECEDORES. Estos aparatos ya no son un un lujo, sino una inversión. Los deshumidifcadores modernos son silenciosos, portátiles y muy efectivos. Hay modelos para cada tamaño de ambiente. Además, evitan el mal olor y ayudan con las alergias causadas por el moho.
SEÑALES. Si aparecen manchas oscuras, pintura con burbujas o un olor a humedad persistente, debe actuar de inmediato. Cintas selladoras, láminas antihumedad y ventilación localizada son una solución temporal.
Frascos con sal gruesa, cal o carbón activado funcionan bien en clósets, cajones o detrás de muebles para absorber la humedad.
PLANTAS. Además de decorar, absorben la humedad del aire. El lirio de paz, la palma areca o el helecho ayudan a regular el ambiente. No las riegue en exceso para evitar el efecto contrario.
TEMPERATURA. Mantener una temperatura estable ayuda a que no se forme tanta condensación. Al ducharse o cocinar, cierre las puertas para que el vapor no se disperse. Ventilar al terminar.
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