Una de las experiencias más emocionantes de la pareja que está en la dulce espera es conocer el rostro de su bebé en su primera ecografía. La revolución tecnológica ha llegado al mundo de la maternidad de una forma conmovedora y asombrosa: ahora es posible ver al futuro bebé como si ya estuviera en nuestros brazos.
Gracias a la Inteligencia Artificial (IA), las imágenes obtenidas a través de la Ecografía 7D pueden transformarse en retratos hiperrealistas, con una claridad emocional y visual sin precedentes.

A partir de la semana 20 de embarazo (cuatro meses y medio) y siempre que el bebé muestre el rostro durante la ecografía, es posible generar esta experiencia única.
“Estas imágenes hiperrealistas tienen un impacto emocional enorme. Es el primer encuentro visual con el bebé, un momento mágico que muchos describen como inolvidable”, explica el Dr. Rafael Ascenzo Aparicio, experto en ecografía fetal de la Clínica Miraflores.
La base de esta increíble transformación parte de la más avanzada ecografía hasta la fecha: la Ecografía 7D, una tecnología que ha marcado un antes y un después en la evaluación del bienestar fetal. Este sistema es capaz de capturar mil imágenes por segundo, 16 veces más rápido que un ecógrafo 4D tradicional, ofreciendo una nitidez extraordinaria para observar el desarrollo fetal, inclusive en órganos complejos como el corazón y el cerebro.

Gracias a la IA, las imágenes de la Ecografía 7D se convierten, en pocos segundos, en imágenes hiperrealistas en 8K-8D, generando un gran impacto emocional en los padres. Los detalles son impresionantes: nariz, labios, mejillas y ojos se ven con un realismo único, como si el bebé ya hubiera nacido.
Esta tecnología, desarrollada en Europa, ya está disponible en nuestro país. Las imágenes finales son enviadas a las pacientes vía correo electrónico y también por WhatsApp, para que puedan compartirlas al instante con su pareja, familiares y amigos. Además, se le brinda a las mamás una copia impresa en alta calidad.
La acogida ha sido tan entusiasta que muchas madres ya han comenzado a describir este servicio como una “ecografía emocional”, pues logra obtener una representación hiperrealista del bebé en su máximo esplendor, respetando tanto los detalles de la ecografía original como la apariencia del bebé por nacer.
“Es una nueva manera de vincularse con el bebé antes del parto, de compartir su imagen con los seres queridos y guardar un recuerdo único para toda la vida. Las mamás no solo salen con los resultados de la ecografía, sino que se llevan este lindo recuerdo que no olvidarán jamás”, finaliza Rafael Ascenzo.
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