Las lloviznas constantes no solo afectan la visibilidad y provocan aniegos peligrosos, sino que también dañan el vehículo si no se toman precauciones. Cruces imprudentes en vías inundadas pueden terminar con autos atascados, salpicaduras riesgosas y costosas averías. Considere las siguientes recomendaciones para prevenir daños costosos.
FRENOS. Después de atravesar zonas inundadas, se recomienda frenar suavemente para secar las pastillas y discos. El agua puede reducir la eficacia del frenado y generar corrosión. Revisar el sistema con regularidad evita fallos en condiciones de lluvia prolongada.
NEUMÁTICOS. Verificar que las llantas tengan dibujo profundo (mínimo 2.5 mm) mejora el agarre y reduce el riesgo de hidroplaneo. La presión correcta es esencial para mantener la estabilidad del vehículo sobre superficies mojadas e irregulares.
ESCOBILLAS. Los limpiaparabrisas deben estar en buen estado para garantizar visibilidad. Si dejan rayas o hacen ruido, es momento de cambiarlas. Usar líquido limpiaparabrisas con agente antifog mejora aún más la limpieza en días de llovizna.
BATERÍA. La humedad y el frío afectan el rendimiento de la batería. Revisar los bornes y limpiar posibles sulfataciones ayuda a evitar fallos de arranque. En días lluviosos, un sistema eléctrico débil puede fallar cuando más se necesita.
ILUMINACIÓN. Verificar que todas las luces funcionen, incluidas las de freno y neblineros. La visibilidad reducida exige iluminación en perfecto estado. También se debe revisar el sellado de los faros para evitar filtraciones de agua que puedan dañar el sistema eléctrico.
MOTOR. Evitar ingresar a zonas con agua que supere la mitad de la llanta. Si el motor succiona agua por el filtro de aire, puede producirse un “golpe hidráulico”, que daña irreversiblemente el bloque. Mejor rodear o detenerse a tiempo.
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