Toda Cuba, país gobernado por una dictadura comunista, volvió a quedarse ayer completamente sin electricidad tras fallar el proceso de recuperación del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) iniciado el viernes después del apagón total que propició una avería en una central termoeléctrica.

Aunque era sábado, muchas actividades estaban paralizadas y la desesperación se apoderaba de la gente, que decía que no pueden descansar por el intenso calor y la falta de aire acondicionado o ventiladores.

Además, los pocos alimentos que pueden tener en casa se malogran debido a que no funcionan sus refrigeradoras o congeladoras.

Testimonios

“Este apagón le complica muchísimo la vida a los cubanos. La situación es bien difícil, pero yo intento mantener la calma, porque ya es demasiado estrés en este país para todo”, declaró a la AFP Yaima Valladares, una bailarina de 28 años.

Isabel Rodríguez, de 72, se quejó de que no pudo dormir en toda la noche por el calor. “Cómo no se nos va a enredar la vida, si no tenemos nada, ni los motores del agua pueden ponerse”, expresó.

“Tengo mucha decepción, frustración y desesperanza”, dijo Tania Ramírez, de 39 años, mientras caminaba por el Malecón de La Habana para aliviar la tensión que le genera el gigantesco apagón que mantiene a oscuras a toda la isla, donde viven más de 10 millones de habitantes.

El sistema eléctrico cubano se encuentra en un estado muy precario por el déficit de combustibles -fruto de la falta de divisas para importarlo- y las frecuentes averías en obsoletas centrales termoeléctricas, con cuatro décadas de explotación y carencia crónica de inversiones.

El dictador Miguel Díaz-Canel prometió que “no habrá descanso” hasta restablecer “totalmente el servicio”.