Gracias a las facilidades para que turistas lleguen a China, cada vez más visitantes extranjeros se maravillan con la grandeza del Buda gigante Leshan -la estatua tallada en el acantilado más grande del país- y toman fotos con la icónica figura desde una multitud de ángulos.
El Gobierno, que dirige el Partido Comunista de China, viene impulsando al turismo extranjero y la atracción del Buda gigante Leshan se ha convertido en uno de sus atractivos más notorios para los visitantes.
Tallada en una ladera hace más de 1300 años, la estatua de Maitreya Buddha de 71 metros de altura es una atracción obligada de visitar en la ciudad de Leshan, en la provincia de Sichuan, casi al igual que ir a la Gran Muralla China.




