Ante miles de fieles en la Plaza de San Pedro, el papa León XIV formuló ayer un llamado a que acaben los conflictos armados y se trabaje por la paz a través del diálogo.
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Durante el tradicional rezo del Ángelus, León XIV envió un mensaje al mundo en general y en particular al pueblo ucraniano. “Rezo siempre por su pueblo”, recalcó el papa al mirar a los fieles de Ucrania, país invadido por los rusos.
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El papa también rezó por las víctimas de la explosión en un liceo de Bangui (República Centroafricana), que dejó 29 muertos.
Adiós a las armas
“Hermanas y hermanos, sigamos rezando para que en todas partes callen las armas y se trabaje por la paz a través del diálogo”, reclamó.
Al reflexionar sobre el papel de la Iglesia como promotora de reconciliación y comunión, destacó que su “servicio episcopal es servicio a la unidad de la Iglesia y entre las iglesias, hermanas y hermanos”.
Venezolanos
Además, en una ceremonia solemne, el papa León XIV impuso el palio arzobispal -símbolo de autoridad y comunión con la Santa Sede- a cuatro prelados venezolanos: Raúl Biord, Jesús González de Zárate, Polito Rodríguez y Ángel Caraballo, arzobispos de Caracas, Valencia, Barquisimeto y Cumaná, respectivamente.
Venezolanos asistentes en la Plaza de San Pedro estallaron en aplausos.
Acusación
En tanto, el diario estadounidense The New York Times -conocido por su postura anticlerical- informó que tres mujeres de Chiclayo, donde fue obispo, denunciaron al papa por manejar entonces de forma superficial sus acusaciones por abuso sexual contra dos sacerdotes locales.
En la línea de la campaña que impulsa un sector de la prensa contra la Iglesia Católica, en citado informe menciona que sacerdotes acusados de abusos sexuales en Chiclayo, durante la gestión del hoy papa, siguieron ejerciendo el sacerdocio.
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