Aún convaleciente tras la grave neumonía bilateral que semanas atrás lo tuvo al borde de la muerte, el papa Francisco apareció ayer por sorpresa en la plaza de San Pedro de El Vaticano, donde saludó a fieles y religiosos durante la misa del Domingo de Ramos.
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El papa Francisco se ve mejor, aunque todavía afectado en su salud, pero con su sonrisa iluminó los corazones de los fieles católicos que recibieron en El Vaticano.
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Lo evidente es el papa Francisco se ve mejor cuando entra en contacto con los files que lo aman y esperan su pronta recuperación de salud total.
Sin oxígeno
El pontífice argentino, de 88 años, apareció sentado en su silla de ruedas con un aspecto bastante saludable, sin las hasta hace poco inseparables cánulas nasales para recibir oxígeno.
Durante su breve aparición, el santo padre dio la vuelta a la plaza y estrechó las manos de los fieles.
Además, repartió dulces a los niños, antes de desear desde el altar situado frente a la Basílica de San Pedro un “feliz Domingo de Ramos, (una) feliz Semana Santa”.
Grata sorpresa
La de ayer es una nueva aparición sorpresa del papa. La primera que hizo fue el domingo pasado frente a la Basílica de San Pedro; luego, el miércoles, recibió al rey Carlos III de Inglaterra y a la reina Camila, pese a que la reunión había sido cancelada. El jueves, visitó la Basílica de San Pedro para ver las obras de renovación y orar ante la tumba de Pío X; y el sábado rezó en la Basílica de Santa María la Mayor, su basílica preferida.
En tanto, en su oración dominical del Ángelus, el papa Francisco pidió por la paz en el mundo y lamentó el reciente derrumbe de la discoteca Jet Set en Santo Domingo, Republica Dominicana, donde decenas de personas murieron.
También agradeció los rezos por su salud.