Un altar improvisado dedicado al papa Francisco a las puertas del hospital Gemelli de Roma, donde permanece internado, se ha convertido en centro de peregrinación de decenas de católicos que se acercan a rezar y mostrar su cariño al pontífice.
El altar, a los pies de una estatua de Juan Pablo II en la que se Iee “No tengas miedo”, está lleno de flores, velas y muestras de afecto de personas llegadas de todo el mundo.
Sin embargo, el Vaticano informó ayer que el Papa muestra una “leve mejoría” en su cuadro de neumonía bilateral.
“Está afebril (sin fiebre), y sus parámetros hemodinámicos permanecen estables”, precisó en un comunicado.
Previamente, la Santa Sede había confirmado que el Sumo Pontífice había pasado una noche “tranquila” y que había comenzado el día con sus actividades habituales. “La noche fue tranquila. El Papa se levantó y desayunó en un sillón (...) recibió la Eucaristía y luego reanudó sus actividades laborales”, se indicó.
Buen humor
El medio local Corriere della Sera dio más detalles de la vista de la primera ministra italiana Giorgia Meloni al papa. Según informó, Francisco se mostró bromista. “Alguien rezó para que el Pontífice fuera al Paraíso pero el Maestro de las Misas (Dios) pensó que igual me dejaba aquí”, bromeó el Papa, según el diario, y sumó: “Sé que hay gente por ahí que dice que ha llegado mi hora, ¡siempre llaman a la desgracia!”.
“Los médicos me han dicho que debo tener cuidado con mi salud o iré directo al cielo”, añadió.
En diciembre de 2022, Francisco habló por primera vez acerca de una carta de renuncia que, dijo, firmó dos meses después de asumir el Papado.