Escondido en algún búnker subterráneo muy profundo, el líder supremo iraní Alí Jamenei se salvó de ser eliminado por los bombardeos israelíes durante la reciente “Guerra de los 12 días” entre Israel e Irán.

“Calculo que si Jamenei hubiera estado en nuestro punto de mira, lo habríamos eliminado”, dijo ayer el ministro de Defensa israelí, Israel Katz en entrevista con la televisión pública israelí Kan.

“Pero Jamenei lo comprendió, se ocultó hasta profundidades muy grandes y rompió los contactos con los comandantes que sustituyeron a los que fueron eliminados, por lo que al final no fue realista”, añadió Katz.

Reapareció y respondió a Estados Unidos

Jamenei reapareció públicamente, tras varios días de silencio, para “celebrar” lo que calificó como una “victoria de la República Islámica (Irán)” sobre Estados Unidos e Israel.

“Estados Unidos entró directamente en la guerra porque creía que, si no lo hacía, el régimen sionista (Israel) sería completamente destruido. Entró en la guerra para intentar salvarlo, pero no logró nada”, publicó el líder iraní de 86 años sobre los bombardeos a sus plantas nucleares.

Desde Washington se informó que “el presidente (Donald Trump) quiere la paz. “El presidente y su equipo siguen en comunicación con los iraníes”, explicó la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt.

El presidente ruso Vladimir Putin considera que la guerra entre Irán e Israel es “cosa del pasado” y apuesta por la diplomacia.