Aunque el estado de salud del papa Francisco sigue mejorando, su hospitalización será larga y tras el alta tendrá que guardar una larga convalecencia en su residencia, la Casa Santa Marta, por lo que el Vaticano piensa en un “plan B” para las próximas celebraciones de la Semana Santa, es decir sin la presencia del pontífice en lo actos religiosos.

Ayer se informó que la neumonía bilateral está “bajo control”, aunque la ventilación mecánica durante la noche ya no es necesaria y el próximo parte médico no se publicará recién la próxima semana.

Se recordó que en 2023, el pontífice argentino presidió todas las ceremonias de Semana Santa un día después de salir del hospital por una bronquitis, pero esta vez no podrá ser así.

Cardenales lo reemplazarán

Ante esta situación, el Vaticano ha estudiado un posible “plan B”, como hipótesis, que podría incluir, de ser necesario, la celebración de los ritos de Semana Santa sin el papa, quien sería reemplazado por algunos cardenales.

Los actos comenzarán el 13 de abril con la misa del Domingo de Ramos. Según algunas especulaciones, Francisco encargará la tarea de celebrar en su nombre a algunos cardenales como el secretario de Estado, Pietro Parolin; el decano del colegio cardenalicio, Giovanni Battista Re y otros.

VATICANO

Pietro Parolin, como en 2005, sería también el encargado de leer el mensaje del Urbi et Orbi (a la ciudad y al mundo).