Ayer se presentó de manera oficial al nuevo técnico de la selección nacional de fútbol. Óscar Ibáñez aceptó asumir el reto de dirigir a la Bicolor en las últimas seis fechas que restan de las eliminatorias. Aunque, para la mayoría, las posibilidades de clasificar al Mundial 2026 son casi nulas, el nuevo DT tiene la fe intacta y afirma “estoy convencido que podemos”. Lo cierto es que en el fútbol todo puede pasar; sin embargo, la cuota de realismo no debe ser ignorada. Lo que se viene en los próximos seis partidos es un camino cuesta arriba. Pero se podría decir que Ibáñez tiene un punto a su favor, ya sabe lo que es sudar la camiseta bicolor, tanto como jugador y como parte del comando técnico. Tiene la escuela de Sergio Markarián y Ricardo Gareca. Sin embargo, eso tal vez no le alcance para sacarnos del último lugar de la tabla. De las medidas que tome Ibáñez en las próximas semanas dependerá de que sea recordado como el técnico que nos sacó del fondo o como el que nos dejó hundirnos (más). El tiempo lo dirá.
