Las amenazas por causa de las extorsiones llegaron hasta los penales. Hace unos días dejaron una granada de guerra en la puerta del centro penitenciario Miguel Castro Castro, pero no fue para amenazar al director del penal, sino para amedrentar al “Negro Víctor”, un ranqueado delincuente que cumple prisión preventiva en esta cárcel. El hampa amenazando al hampa. ¡El colmo de la delincuencia! La guerra entre mafias de extorsionadores ha llegado a este punto porque nuestras autoridades no hacen nada por frenar esta ola delincuencial. Mientras la presidenta Dina Boluarte se pasea por Suiza mencionando que en el Perú existe “tranquilidad política, económica y social”, la realidad es otra. La mandataria cree que vivimos en el país de las maravillas, pero se olvida que a diario sicarios asesinan a personas por el cobo de cupos y las extorsiones. El problema de la inseguridad no se soluciona con penas más severas o estados de emergencia y operativos, sino con trabajo de inteligencia que permita desarticular estas organizaciones criminales.