La poca o casi nula capacidad para afrontar la ola criminal que está desangrando al país y viene matando, al menos a 17 transportistas, ha sacado a relucir la “creatividad” de algunos congresistas, como es el caso del parlamentario José Cueto, de la bancada Honor y Democracia, quien recomendó a las empresas de transporte público instalar láminas antibalas en sus unidades como medida de protección antes los sicarios y las extorsiones, también propuso a los empresarios contratar personal armado para que viajen en los buses y así pueda repeler el ataque los pistoleros. Pero no fue el único que manifestó sus “grandes” ideas, su colega Edwin Martínez Talavera (no agrupado), lanzó una controvertida propuesta y exhortó a quienes llamó “nuestros asesinos” a que acaben con la vida de los sicarios. “Nos matan o los matamos, ya no hay que ser tibios”, expresó. Estas sugerencias son un claro reflejo de la nulidad mental que tienen nuestros gobernantes para afrontar la criminalidad. Con congresistas así, ¿qué más se puede esperar?
