Nuevamente los extorsionadores irrumpen la tranquilidad de los centros educativos. Entre la noche del martes y la madrugada del miércoles se reportaron dos atentados a dos colegios, uno en Comas y el otro en San Juan de Lurigancho, dos distritos declarados en estado de emergencia. En el caso de Comas, pese a estar prohibido, dos delincuentes llegaron en una moto hasta las instalaciones del colegio particular Nuestra Señora de Guadalupe y lanzaron explosivos. La directora informó que venía recibiendo amenazas de extorsionadores, quienes le exigían el pago de 50 mil y 100 mil soles de cupo para dejarlos trabajar. El otro atentado ocurrió en San Juan de Lurigancho, donde los hampones arrojaron un explosivo dañando puertas y ventanas del colegio Liceo Pitágoras. En ambos casos no se registraron heridos ni víctimas que lamentar. Sin embargo, las clases se tuvieron que suspender y pasar a la virtualidad como medida de seguridad. No puede ser que la delincuencia siga escalando y afectando a los escolares. Así no se puede vivir tranquilo.