¡Habla, sobrino! Capaz piensas que el pleito entre Israel e Irán no tiene nada que ver con nosotros. Pero sí, y bastante. El Perú es chiquito en comparación con otros países y vive del comercio mundial. Cuando se mueve algo grande afuera, acá nos tiembla el bolsillo.

Irán amenazó con cerrar el Estrecho de Ormuz, ese paso clave por donde se mueve el 20 % del petróleo del mundo. Si eso pasaba, el precio del crudo se iba al cielo. ¿Y cómo no nos iba a afectar, si importamos el 70 % del petróleo que usamos? Hubiesen subido los pasajes y la comida, como pasó cuando arrancó la guerra entre Ucrania y Rusia. Por suerte, las aguas se calmaron y el petróleo bajó.

Así que ya sabes, sobrino: aunque el conflicto esté a miles de kilómetros, sus efectos nos pisan los talones. Si allá tiembla la geopolítica, acá tiembla el mercado. Ojalá la calma dure, no solo por nuestro bolsillo, sino por los millones que viven con miedo.

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