¡Sobrino! Ya estamos en marzo, y eso significa que los escolares pronto volverán a las aulas. Si eres padre de familia, seguro ya sientes el golpe en la billetera. Entre útiles, uniformes, libros, matrícula y mensualidades, cualquier presupuesto tiembla.

Pero más allá del gasto, el verdadero dolor de cabeza está en saber bajo qué condiciones estudiarán los niños. Solo 4 de cada 10 escuelas tienen agua, luz y desagüe adecuados. Y en plena era digital, apenas el 42% de los colegios públicos tiene acceso a internet. En zonas rurales, la brecha es brutal: la mayoría sigue desconectada y muchos profesores deben dictar clases a varios grados en una sola aula.

Sin infraestructura adecuada y acceso a la tecnología, aprender se vuelve un reto. No basta con darle más dinero a las escuelas, se debe invertir en infraestructura y servicios de calidad, garantizar internet en todos los colegios y capacitar a los docentes en herramientas digitales. ¡Que el futuro no espere! Aunque bueno, si esperamos sentados, tal vez en unas décadas llegue el cambio.

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