Los miomas uterinos, también llamados fibromas o fibromiomas, son masas de tejido muscular liso que crecen dentro o alrededor del útero. Pueden presentarse como un solo nódulo o en múltiples agrupaciones. Su tamaño varía desde pocos milímetros hasta más de 20 centímetros de diámetro.

Se calcula que una de cada cinco mujeres tiene miomas, sobre todo entre los 30 y 50 años. Aunque muchas veces no causan síntomas, pueden provocar sangrados abundantes, presión en la pelvis, dolor, dificultad para concebir o riesgo de parto prematuro.

Estos tumores benignos están influenciados por los estrógenos, razón por la cual suelen disminuir después de la menopausia. Antecedentes familiares y abortos recurrentes también estarían relacionados con su aparición.

Un estudio liderado por el Dr. James Segars, publicado en Fertility and Sterility (2014, Johns Hopkins University, EE.UU.), indica que la exposición prolongada a niveles altos de estrógenos podría favorecer el desarrollo de miomas, por lo que es importante mantener un equilibrio hormonal mediante hábitos de vida saludables.

Para prevenirlos, se recomienda una dieta rica en vegetales, frutas y alimentos naturales, limitando grasas animales. Piña, papaya y manzana aportan antioxidantes y enzimas que mejoran el metabolismo y reducen la inflamación.

Las enzimas proteolíticas, como la papaína (de la papaya) y la bromelina (de la piña), se emplean como suplementos para controlar la inflamación. Se aconseja tomarlas en cápsulas junto con las comidas, como parte de un plan integral.

La fitoterapia brinda opciones como manayupa, agracejo y uña de gato, usadas para aliviar molestias pélvicas y fortalecer el sistema inmune. Se consumen en infusión o extracto varios ciclos.

Aunque los miomas pueden no manifestarse, el cuerpo suele enviar señales.

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