(Foto: Clarín)
(Foto: Clarín)

Javier Cabello

He viajado varias veces a la ciudad de Buenos Aires, capital de Argentina, pero no había tenido la oportunidad de conocer el mítico estadio de Luna Park, denominado el Palacio de los Deportes. Un legendario escenario que fue testigo de grandes acontecimientos, como el casamiento de Diego Armando Maradona, los velorios de Carlos Gardel y Ringo Bonavena, la despedida de la icónica banda de rock Sui Generis, entre otros.

Tan grande es la importancia de este recinto que existe una frase que resume su valor histórico: “Si pasó en Argentina, pasó en el Luna Park”. Durante los días que permanecí en Buenos Aires, decidí dedicar uno de ellos a descubrir lo que antes había leído sobre este lugar.

Caminar por la famosa avenida Corrientes es un ritual que cumplo cada vez que llego al país del bife. El principal motivo es “bucear” en sus “viejas” librerías en busca de alguna “joyita” literaria. Para llegar a mi destino, crucé el imponente Obelisco, erguido en la intersección con la avenida 9 de Julio como un guardián del centro de Buenos Aires.

El recorrido por la avenida Corrientes me llevó hasta su inicio, donde pude reconocer a lo lejos el fabuloso estadio de Luna Park. En sus primeras cuadras, la avenida Corrientes muestra una ligera inclinación cuando se avanza hacia el centro de la ciudad. Sin embargo, mi caminada era en sentido contrario, por lo que para mí se trataba de un leve descenso.

Eran las diez de la mañana y el sol ya había salido, pero corría un viento que me hizo agradecer haberme puesto una cafarena que me cubría el cuello. Caminaba hacia un lugar donde encontraría la historia viva del país del tango.

En la actualidad, el recinto, inaugurado en 1932, se encuentra cerrado temporalmente debido a las refacciones que se realizarán en sus instalaciones. El año pasado circularon rumores sobre una posible demolición, pero resultaron falsos. Se espera que, para su centenario, el recinto ya se encuentre totalmente remodelado y vuelva a convertirse en el escenario de históricas presentaciones. Una de ellas tuvo lugar en agosto de 1981, cuando el actor y cantante estadounidense Frank Sinatra ofreció dos conciertos. También se hicieron presentes megaestrellas como el guitarrista, cantante y productor de blues B. B. King, y la banda de rock británica Oasis, por mencionar algunos personajes emblemáticos. Incluso la historia registra que también fue escenario de un masivo acto nazi en favor de Adolf Hitler en 1938.

Al llegar al coliseo, di una vuelta por sus alrededores, apreciando los detalles de su monumental infraestructura. Después de contemplar el recinto, debía marcharme: me esperaba Ariel Martínez, el “bravo” de las comunicaciones del Banco de la Nación de Argentina pero esa, claro, es otra historia. Nos vemos.