Dormir menos de lo necesario afecta el cuerpo y la mente, y en la mujer, los efectos pueden sentirse aún más. Cambios hormonales durante el ciclo menstrual, el embarazo, la menopausia o el estrés diario pueden alterar el sueño. No dormir bien aumenta el riesgo de ansiedad, sobrepeso, problemas de memoria, presión alta y desequilibrios hormonales.

Las mujeres adultas necesitan entre 7 y 9 horas de sueño cada noche para recuperarse física y emocionalmente. Las causas más comunes del mal sueño incluyen el uso excesivo del celular antes de dormir, cenas muy pesadas, preocupaciones acumuladas o un entorno ruidoso o con luz.

Para mejorar la calidad del sueño, se recomienda establecer horarios regulares, evitar cafeína en la tarde, crear un ambiente tranquilo y practicar rutinas relajantes antes de acostarse, como leer o respirar profundo. Dormir bien no es un lujo: es una necesidad.

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