Sara Abu-Sabbah - Nutricionista

El sabor umami es ese toque sabroso y redondo que hace que una sopa, un queso curado o un tomate cocido resulten irresistibles. Lo generan moléculas naturales como el glutamato, el inosinato y el guanosinato, presentes en carnes, pescados, quesos maduros, hongos y tomates.

Cuando llegan a la lengua, se unen a receptores que envían señales al cerebro, activando la sensación de “sabor profundo” y estimulando la salivación, lo que realza el gusto de los alimentos y favorece la digestión.

Este glutamato natural no es igual al glutamato monosódico, un aditivo utilizado para potenciar el sabor en productos ultraprocesados, ni al glutamato neurotransmisor, que cumple funciones en el cerebro.

Incorporar alimentos naturalmente ricos en umami ayuda a reducir la necesidad de añadir sal y mejora la aceptación de comidas saludables.

TE PUEDE INTERESAR: