Cliver Huamán subió a lo alto de un cerro para cumplir su sueño de trasmitir la final de la Libertadores (Pol Deportes)
Cliver Huamán subió a lo alto de un cerro para cumplir su sueño de trasmitir la final de la Libertadores (Pol Deportes)

Javier Cabello

Estoy convencido de que la vida puede cambiar en un instante, y mucho más en esta era de digitalización acelerada. Hoy, cualquier gesto, palabra o acto cotidiano puede “viralizarse” en cuestión de segundos y convertir a una persona anónima en un rostro conocido.

Ya no es necesario aparecer en televisión; las redes sociales se han consolidado como la plataforma hegemónica de visibilidad, un espacio donde la audiencia es múltiple, inmediata y global. Como plantearía el sociólogo español Manuel Castells, vivimos en una sociedad red, donde la conexión permanente reconfigura nuestra forma de estar en el mundo.

Cliver cumplió su sueño de conocer el Estadio Santiago Bernabéu, sede del Real Madrid.
Cliver cumplió su sueño de conocer el Estadio Santiago Bernabéu, sede del Real Madrid.

El celular se ha convertido en la herramienta que nos permite “viajar” sin movernos del lugar. Desde la comodidad de la casa o incluso mientras trabajamos, podemos asomarnos a historias sorprendentes, realidades que antes nos eran lejanas.

Hace trece días, este fenómeno quedó perfectamente ilustrado con la historia de Cliver Huamán Sánchez, un joven de 15 años que viajó 18 horas en bus desde Andahuaylas hasta Lima para perseguir un sueño: relatar la final de la Copa Libertadores. Sin acreditación para ingresar al estadio Monumental de Ate, buscó otra vía. Subió a un cerro vecino durante unos 40 minutos y, desde allí, narró el encuentro con la pasión de quien no conoce límites cuando se trata de cumplir un anhelo.

Cliver y su hermano Kenny, junto a su madre Lida y su padre Simeón, fueron invitados a conocer el Palacio de Gobierno en Lima.
Cliver y su hermano Kenny, junto a su madre Lida y su padre Simeón, fueron invitados a conocer el Palacio de Gobierno en Lima.

Ese gesto —valiente, improvisado y profundamente auténtico— bastó para que su historia recorriera todo el país; e increíblemente, todo mundo. No hay duda de que en Cliver, conocido como “Pol Deportes”, hay una vocación marcada: convertirse en periodista profesional. Aún no termina el colegio, pero tiene absolutamente claro que su futuro está frente a un micrófono.

El sueño de recorrer los grandes estadios del mundo, entrevistar a reconocidos futbolistas y relatar encuentros decisivos empieza, poco a poco, a convertirse en una posibilidad real.

Cliver Huamán posa junto a nuevos compañeros de Radio Marca de España (Foto: @radiomarca)
Cliver Huamán posa junto a nuevos compañeros de Radio Marca de España (Foto: @radiomarca)

Salvando la comparación, por supuesto —porque son historias distintas—, Cliver me hace recordar, en sus inicios, a Micky Rospigliosi, hijo del gran Alfonso “Pocho” Rospigliosi, destacado periodista y comentarista deportivo en las décadas del 70 y 80. Micky tenía 13 años cuando viajó como reportero al Mundial de Argentina en 1978. Ese talento precoz y atrevimiento para superarse parecen, en ambos casos, innatos.

La vida del adolescente Cliver ha dado un giro inesperado. Hace apenas unas semanas hacía la cobertura del equipo de su tierra natal en el modesto estadio municipal Los Chankas de Andahuaylas. Ayer, en cambio, apareció nada menos que en el estadio Santiago Bernabéu, en España, transmitiendo el duelo entre el Real Madrid y el Manchester City. La historia de Cliver ha recibido el apoyo inmediato del público, hasta del presidente de la República, José Jerí. Cliver, ahora, tiene todo a su favor para seguir soñando. Nos vemos.