Hola, soy Magaly Moro y leo todos los días tu caso del corazón para darte un consejo. Siempre protejo la identidad de las personas que me escriben porque esta historia podría ser la de cualquiera.
El amor nos impulsa a ser mejores personas, pero también nos puede cegar y poner contra la espada y la pared. En este espacio recibirás un consejo, el consejo de una amiga anónima. Ojo, esto no es una terapia. En muchos casos sí es importante recurrir a una, ya sea solo o en pareja.
Hoy te cuento la historia de Ángel, de 25 años de La Victoria.
Doctora Magaly Moro, le escribo porque necesito de su consejo. Mi enamorada Valentina terminó conmigo porque no le regalé flores amarillas el pasado 21 de septiembre.
Me parece una tontería que hayan creado esa celebración, y así se lo hice saber a Valentina. Pienso que solo tiene un fin comercial y no un fondo romántico como quieren hacernos creer.
Sin embargo, a mi enamorada parece importarle mucho. Días antes de la bendita fecha me venía diciendo que no me olvide de “sorprenderla” con un ramo de flores amarillas. Yo me reía de lo que me decía, porque suponía que ella entendía que no le iba a regalar nada.
Doctora, no crea que soy insensible y poco romántico, claro que le he regalado flores a mi enamorada, pero en fechas especiales, como su cumpleaños o nuestro aniversario.
Llegado el 21 de septiembre, fui a visitar a mi enamorada, cuando me recibió me preguntó por sus flores, le dije que no había comprado nada, porque no había un motivo razonable para hacerlo. Valentina se enfureció y me dijo que era un desconsiderado, que no la escuchaba, que era importante para ella recibir flores amarillas y dio por terminada nuestra relación.
Molesto por su comportamiento, me fui de su casa. No la he vuelto a ver desde ese día. La extraño, pero no quiero ceder a sus engreimientos. ¿Debería buscarla o esperar a que ella dé el primer paso y reconozca que estaba equivocada?
CONSEJO
Querido Ángel, entiendo que no creas en cuestiones comerciales como regalar flores amarillas el 21 de septiembre, pero debes entender que eso era importante para tu enamorada. Si realmente quieres a Valentina, búscala y solucionen sus diferencias. Habla con ella, dile lo que sientes y piensas. Si no cambia de opinión, evalúa si vale la pena seguir juntos.