Hola, soy Magaly Moro y leo todos los días tu caso del corazón para darte un consejo. Siempre protejo la identidad de las personas que me escriben porque esta historia podría ser la de cualquiera.

El amor nos impulsa a ser mejores personas, pero también nos puede cegar y poner contra la espada y la pared. En este espacio recibirás un consejo, el consejo de una amiga anónima. Ojo, esto no es una terapia. En muchos casos sí es importante recurrir a una, ya sea solo o en pareja.

Hoy te cuento la historia de Luciana, de 29 años, que nos escribe desde Magdalena del Mar.

Doctora, necesito contarle algo que me tiene confundida y, siendo honesta, algo dolida también. Hace poco más de dos meses empecé a salir con un chico, Martín, que en general me parece un buen tipo, atento, educado, divertido. Todo iba bien... hasta que me di cuenta de que su verdadero gran amor no soy yo, sino su perro.

Desde el primer día que nos conocimos me habló de Rocky, su “hijo peludo”, como le dice él. Al comienzo me pareció lindo que tuviera ese vínculo con su mascota, pero ahora siento que estoy saliendo con ambos, y que él solo tiene ojos para el perro.

Y no es solo eso. Gasta más dinero en juguetes, snacks especiales y visitas al veterinario de Rocky que en cualquier detalle para conmigo. Yo no soy una persona interesada ni mucho menos, pero sí me incomoda ver ese nivel de entrega hacia su perro mientras que conmigo, que soy la persona con la que quiere formalizar, no hay ese mismo entusiasmo.

El otro día le dije, con cuidado, que me gustaría que tengamos más espacios para nosotros dos, y se ofendió. Me dijo: “¿Estás celosa de Rocky?”. No estoy compitiendo con un perro, pero sí siento que quedo en segundo plano. ¿Usted qué opina, doctora? ¿Estoy exagerando o ese vínculo está fuera de control? ¿Lo hablo otra vez o mejor me alejo antes de salir herida?

CONSEJO

Querida Luciana, no estás exagerando ni siendo celosa sin motivo. Es totalmente válido sentirte desplazada si en la relación no hay espacio para ti. El amor por una mascota es hermoso, pero una pareja también necesita atención, tiempo y conexión real. Conversa con él desde lo emocional. Si no hay cambios, valora tu bienestar y piensa si ahí realmente puedes construir algo sano.