Hola, soy Magaly Moro y leo todos los días tu caso del corazón para darte un consejo. Siempre protejo la identidad de las personas que me escriben porque esta historia podría ser la de cualquiera.

El amor nos impulsa a ser mejores personas, pero también nos puede cegar y poner contra la espada y la pared. En este espacio recibirás un consejo, el consejo de una amiga anónima. Ojo, esto no es una terapia. En muchos casos sí es importante recurrir a una, ya sea solo o en pareja.

Hoy te cuento la historia de Ada, de 39 años, que nos escribe desde Callao.

Doctora, con mucha vergüenza me animo a contarle algo que me viene preocupando desde hace años. No entiendo por qué, pero siempre termino enamorándome de hombres que no tienen estabilidad económica. No es que yo sea una interesada ni mucho menos, pero siento que repito un patrón que me impide disfrutar plenamente de una relación.

Me encanta salir, viajar, ir a restaurantes o hacer planes, pero cuando estoy con alguien que no puede seguirme el ritmo en esas cosas, empiezo a sentirme frustrada. Al principio no me importa, me digo a mí misma que el amor lo puede todo. Pero cuando la relación avanza y veo que no hay manera de compartir un estilo de vida similar, me empiezo a llenar de dudas y malestar.

Eso también afecta la forma en la que pienso en el futuro. Me cuesta proyectarme con alguien si no puede sostener ciertos planes básicos, como ahorrar, independizarnos o incluso soñar con un negocio o una casa. A veces me siento culpable por pensar así, pero también creo que una pareja es un equipo y que ambos deben aportar, no solo emocionalmente, sino también en lo práctico.

No sé si hay algo en mí que me lleva a buscar este tipo de vínculos o si solo estoy siendo muy exigente. Lo que sí tengo claro es que esta situación me está haciendo sentir atrapada. Quisiera poder vivir un amor bonito, estable y también realista, sin tener que renunciar a lo que me gusta o a lo que aspiro. ¿Qué me aconseja, doctora?

CONSEJO

Querida Ada, no estás mal por desear estabilidad y proyectos compartidos. El amor no debe significar renunciar a lo que te hace feliz. Reflexiona sobre por qué repites ese patrón y qué necesidad emocional estás intentando cubrir. Mereces una relación equilibrada, donde afecto y visión de futuro vayan de la mano. Elige desde el amor, pero también desde el respeto a ti misma.