Hola, soy Magaly Moro y leo todos los días tu caso del corazón para darte un consejo. Siempre protejo la identidad de las personas que me escriben porque esta historia podría ser la de cualquiera.
El amor nos impulsa a ser mejores personas, pero también nos puede cegar y poner contra la espada y la pared. En este espacio recibirás un consejo, el consejo de una amiga anónima. Ojo, esto no es una terapia. En muchos casos sí es importante recurrir a una, ya sea solo o en pareja.
Hoy te cuento la historia de Carlos, de 38 años, que nos escribe desde San Miguel.
Doctora Moro, siento que usted es la única persona a la que puedo contarle esto sin miedo a ser juzgado. Hace cuatro meses me comprometí con Carla, una chica de Huancayo que conocí en la feria donde trabajo. Ella siempre ha sido muy cariñosa conmigo, y después de dos años juntos, decidí dar el paso y pedirle matrimonio. Pero hay algo que me tiene inquieto y no sé cómo manejarlo.
Por el ritmo de trabajo y la distancia, Carla no había tenido oportunidad de conocer a toda mi familia, solo hablaba con mis padres por teléfono. Para celebrar nuestro compromiso, invité a mis hermanos, primos y tíos a una reunión en un local al aire libre, en el barrio donde crecí.
Mi familia es muy bulliciosa y fiestera, les encanta la música a todo volumen, el trago y las bromas fuertes. Son gente sencilla, un poco ruidosos, pero los quiero tal como son, aunque yo sea más tranquilo y reservado.
El problema es que Carla no se sintió cómoda con ellos, los miraba con cierta distancia y no dejó que nadie se le acercara. Me di cuenta porque al final de la reunión, sin filtros, me dijo: “Tu familia me da mucho roche. Ojalá no estén todos en la boda.” Esas palabras me dolieron mucho, pero no quiero que esto se convierta en un problema.
La verdad, me siento dividido entre mi amor por ella y el cariño por mi familia tal cual es. ¿Qué me aconseja hacer?
CONSEJO
Querido Carlos, es importante hablar con Carla con calma y sinceridad para entender sus sentimientos sin juzgarla. También conversa con tu familia sobre la importancia de respetar sus límites y buscar un punto medio. Recuerda que el amor implica tolerancia y compromiso, pero sin perder tu identidad ni tu afecto por tu familia. Busquen juntos soluciones que hagan sentir cómodos a todos.